martes, 29 de julio de 2008

reflexion de un despertador dormido

El sol en el cielo nos alumbra
La oscuridad de la realidad nos deja solos

El camino empedarado nos lleva
La piedra que camina es porque quiere ser llevada

Cada cual a su razón
Y Dios a la de todos
Si cada uno tuviese una sola manera de existir, vivir, o simplemente figurar
Todo seria completamente absurdo, visible, y descomunalmente fácil.

Lo raro no es tener todo claro, lo raro seria tenerlo todo.
Todos tenemos algo, algunos tienen todo, y la mayoría tenemos algo de todo o todo de algo.
Cada cual con lo suyo se sustenta en este abismo
En este sendero luminoso
Que nos alumbra, y nos deja solos
Que nos lleva cuando queremos ser llevados
Que nos hace descomunalmente fácil, el simplemte figurar.

Porque no sólo es posible vivir, es que es necesario.
Sin vida no hay nada, sin nada….
Todo se complica y se abstrae
Se materializa en ese momento en que alguien se aleja del Yo
Se esfuma cuando alguien se acerca a la mísera posibilidad de ser algo mas que el Yo
Se cristaliza cada palabra que sin querer se esfuma al no querer ser escuchada de la boca propia.
Sin motivo aparente
Pero con aparente motivo.
Sin claro propósito
Pero con propósito claro,
Sin necesidad alguna
Pero con alguna necesidad

Todo es fácil al dormir
Por eso cuando la gente duerme no discute.

sábado, 26 de julio de 2008

Lo fatal -- Ruben Darío

Despues de ciertas vacaciones que me he tomado vuelvo al blog con un poema que siempre me gustó y que hace ya tiempo me dio por recordar. Aquí viene:

Lo Fatal

A René Perez.

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!.

(Rubén Darío)