martes, 1 de abril de 2014

Viejos adornos para segundos de oferta



Viajando en estos segundos de oferta,
viviendo en horas anunciadas en televisión
cuando vives tan lejos de la meta
el camino va a algún sitio pero sin dirección

En las vías de este tren que va a mañana
Y que ayer volcó al volcarme en mis reflexiones
Volará sin rumbo, tras el viento en la ventana
Sin libertad ni eslabón que amarre sus pasiones

Cuando el mundo es mundo sin espejos
Ni colores añejos que adornen su pellejo,
Se refleja en su mirada lo que hay de nuevo, viejo,
Hay un dolor sin vida en esta herida que vagó entre adornos

Que se abre como un berberecho al calor de su cazuela
Siendo el calor la mala suerte y la cazuela la muerte
Que te viene bien y te resbala, por culpa de esta suela
Que está hecha para el mundo en el que el suelo es firme y fuerte
Y el cielo claro, las nubes venideras pasajeras y felinas
Que descargan sólo cuando hay que disparar a la carrera
Para mojar las flores que crecerán sobre tallos con espinas
Que denuncien vendavales que se pierden en las eras
Para encontrar el mundo con la masa entre sus manos
Que se llenan para aquellos desgraciados con poquita gracia
Contadores de estos chistes, que entristecen a cualquiera
Que colocan a cada cual en su panera, y si te sacia
Habrás tenido suerte en la actuación de la moneda,
Que chocó en aquella tarde, contra aquel pisado fuerte
Mientras pasaban viajando aquellos segundos de oferta,
Y volaba en aquel tren sin amarres  de libertad ni de cadenas.
Cuando el mundo era mundo, sin espejos,
Y la vida sin heridas ni reflejos, era sólo vida.

No hay comentarios: