martes, 15 de diciembre de 2009

Acompañame... un noche más...


Algo entendiste mal, no era así.
Tu nos conquistaste con tu mirada, agónica.
Acostumbrado como estabas a conquistar,
No te diste cuenta de tu nueva vida, insólita.

Creo que estabas confundido, no era de ese modo,
Cuando te alimentabas sin hambre aparente,
Y cuando con hambruna evidente ni te movías.
No te diste cuenta de cómo beber, hasta diciembre.

Te resultó errónea esta partida, la perdiste.
Ya no te encierras en iglús verdes,
Ni miras la rueda como un gran invento prehistórico, y cansino.
Ya no ves la vida tomando pipas, como quien ve el partido el domingo en un bar.
Ya no echas esa mirada expectante que te trajo a esa nueva vida.
Ya no te cuelgas de barrotes blancos,
Ni huyes entre huecos pinzados.
Ya no acompañas el silencio nocturno
Con el ímpetu de afilar tu dentadura.

En fin… ya no nos acompañas… en General.