sábado, 27 de agosto de 2011

Tender y verse humano


Por no salir se quedó encerrado.

Sin agua ni calor.

Con su soledad dando vueltas,

Cabeceando a la pared.

Inmundo, y con su día dormitando.


“Nunca es tarde para llegar pronto”

Una voz enrarecida le escuchaba en la cercanía del olor

A jazmín, a yesca y a esperanza,

A picor escabechado con penurias de dolor,

A dolor franqueado con mentiras en la balanza.


“En este mismo instante ya no existe el ahora”

Sólo vamos más allá de cada segundo,

En coloquios de relojes que se ahogan

Y se quiebran cuando miran hacia el mundo,

Y ven tan sólo mundo, y almas sin aliento.


“la verdad dicha por el hombre es una duda”

Cada palabra es vacío rellenado,

Es lo cierto entre escépticos que miran a su paso,

Y van dejando parsimonia en lo viajado,

Y van pasando vidas a su lado

Con la única intención de no ser nada

Y continuar sin rumbo abierto

Y tender la ropa un día y verse a uno dentro

De la cotidianidad de lo ya atrapado

Y de la mezquindad de aquello

que todavía ignoramos.