miércoles, 4 de noviembre de 2009

El espejo que ponia el corazón en el lado derecho de la persona


Es de extrañar, que un extraño,

Siendo él el más vil y despiadado de tus satélites

Sea capaz de descomponer en dos tu existencia

Y de coexistir sin más en el espacio.

En tu espacio, concretamente.


Es de extrañar, que en pleno exilio

De tu éxito más profundo,

Te derrumbes ante todo lo que habita en ti.

Que te contagies de toda la mediocridad.

La que rodea a tu personalidad vagabunda


Es de extrañar, al fin y al cabo,

Que te prives de no verte en el espejo,

Siendo tu tu mayor aliado,

Siendo tu la más pura recreación de tu vida,

Siendo tu reflejo, tu reflexión más profunda.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Me gustó bastante, aunque me cueste reconocerlo!
Un besi beibi!!

Golfoooo dijo...

Riscaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por fin tengo tiempo a empezar a leerlos