viernes, 14 de mayo de 2010

¡Que alegres son los colores!


No siempre se nos ha estimulado de este modo,

Y sin embargo, esta vez, ha sido un estimulo grandioso.

Años llevamos apoyando quién sabe a quién, sin pedir nada a cambio,

Sin recibir nada a cambio.

Apoyar sin la certeza del triunfo, con la esperanza del triunfo, sin su gloria.

Años llevamos sin dejar de poner la mano en el hombro de quién sabe quiénes,

Para darles ánimos, e ilusión, y fuerza.

Para llegar, ya no al triunfo, más bien y simplemente, a la alegría, aunque fuese efímera. Por momentánea.

Pero al fin quién sabe quién, nos recompensa con felicidad, que desborda.

En un año, de entre todos los años que llevamos apoyando, sin dejar de poner la voz al servicio de quién sabe quién, de repente, sin comerlo, ni beberlo ni esperarlo, obtenemos el triunfo.

Un triunfo humilde, sin desmerecerlo. Nos ha llegado gracias a quién sabe quién, desde lo más alto del cielo. Y nos ha recompensado con alegría, que vuelve a desbordar.

Pero no es una alegría personal que cada uno siente suya, ni de su propiedad, esa es la magia de esta alegría. Es una alegría de todos nosotros. De toda esta tribu india constante en sus apoyos, y alegre en sus alegrías.

Es una alegría que viste con prendas bicolor (el color de la sangre y el de la pureza), y que se siente orgullosa de ser nuestra. ES una alegría que une, y que nos ofrece más fuerzas, e ilusión, y ánimos; los recibimos nuevamente, para devolverlos otra vez con más garra aún.

Esto no consiste en ganar títulos, consiste en ganar alegrías y disfrutarlas.

Y eso, a nosotros los piel roja,

se nos da realmente bien.



1 comentario:

Golfoooo dijo...

VIVA el ATLETI empiezo a creer en el futbol gracias a ellos