La sequía en cuanto a prosa,
O la falta de sed en el verso
Será la posible causa de mi freno
O mejor escrito,
De mi parada.
Escribir es un placer emocional;
Es una vida genuina:
Es nacer en la intuición,
Es crecer en la expresión,
Es sentir en la emoción
Y morir en la propia verdad
(aunque se puede validar
Cualquier combinación).
Por eso hay que abrigar
Como a cualquier otro placer
Al placer de imaginar
Y escribirlo, no en un papel
Necesariamente. Es lo bueno
De este arte fertilizar
Que no hay en el mundo un modelo
Por el que haber de entablar
Una manera de hacer,
Un sentir de imaginar
Una verdad por hallar
O un material por papel.
Sin calmar el ansia de lo escrito
No se puede seguir escribiendo
No se puede sugerir al viento
Que lleve a tu ser marchito
Por no dar al cielo un grito
Que le sirva de alimento
a tu voraz erguimiento
de tu plasmar bendito
que es tu vivir maldito
en tu baño de argumentos
escuetos de lamentos
ahogados sin más y cito:
“verso libre, verso libre,
líbrate mejor del verso
Cuando te esclavice”
Por eso, amigos mios, quiero subrayar y digo
Que cuando el verso no sea libre
Y esclavice instintivamente
Es mejor soltar al verso
Que vuele libremente
Para alejarse a tiempo
Y seguirle fielmente
Que el instinto sabe versos
que a la mente no le vende
por eso me da por decir
por primera vez y nuevamente:
mejor ser desertor del verso, momentáneamente,
que manipulador de versos para toda la vida.
1 comentario:
Un risca pequeñito
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