viernes, 26 de abril de 2013

El batir de mis alas, un día.





Estoy a oscuras en una habitación que mira al mundo.

La luz se aprieta entre los agujeros minúsculos de la persiana,

Tratando de huir hacia adentro.



Llega un sonido lejano y vacilante,

Que se vuelve al rebotar contra mis tímpanos,

Aburrido de no molestar.

Llegan otros ruidos de vecinos,

Inacabados e inconexos y anodinos,

Sin trastocar nada más acá.



La letanía del reloj hace presa a mis palabras,

Y el batir de mis alas un día, hace de mi boca una vereda,

Y de mi voz un escenario sin telón ni apuntador,

Y de mi cabeza hace salir una región de pensamientos aburridos

E inacabados e inconexos  que tratan de huir hacia fuera,

Que se van al rebotar contra algún témpano,

Aburridos de no molestar,

Absortos en la letanía de mis palabras,

Entrañados en la lejanía de mi habitación, que mira al mundo.

No hay comentarios: