luz ennegrecida de locura desfogada:

trenes que se escapan de las manos
como queriendo acariciarlos y consiguiéndolo
como huyendo

todo se va, se calcina en cada crepúsculo rojo de ira.
de compasión no establecida
de establecimiento sólido en aguas termales;
terminales.

en hielo roto de sudor inalterado,
de fuego desfogado, de impaciencia.

Mirando cada segundo, el tiempo espera,
Se siente observado, y eso le gusta.

Disfrutando de cada segundo, el tiempo acelera,
Se siente utilizado, supongo; le encanta…

Cada gruñido que susurra una mirada,
Cada paso cuenta,
Cada sol oscurecido es una más de esas locuras…

Vaya locura, calcinada en fuegos desfogados,
Enfriada con roturas ennegrecidas por sí mismas…

Naranja,
excepción de colores entre las verborreas mentales deliradas
Entre los delirios coloreados por mentes imberbes,
A razón de nada en particular, sino todo lo contrario.

La búsqueda del fin es el principio del camino,
El camino es la búsqueda del fin, desde todos los ángulos.
El principio, es siempre el final de la vista clara, desde el ángulo anterior.

Lo inteligible es superfluo a la mirada sorprendente,
Por eso cada vez que hablas se te entiende.
Lo inteligente es paradójico cuando respiras,
Por eso no te entiendo cuando hablas.
Lo interminable es siempre indemostrable,
Por eso cuando callas, se me eriza el tiempo entre segundos pisoteados por la lluvia.
Demostrando así que todo tiene cura.
Excepto la verdad sin ataduras.
Excepto la locura.

Las verdades siempre tienen múltiple vertiente,
De ahí la falta de veracidad de las verdades ajenas…