martes, 31 de marzo de 2009

Las (in)creíbles aventuras de Correcto y Pocamonta

“ni lo sé ni me puede llegar a importar, así que mientras tu te preocupas por tus insignificantes (para mí) divagaciones por el también insignificante (para mi, supongo) mundo de lo absurdo, yo, con tu permiso, me voy a descansar”.- Y el señor Correcto se largó sin ningún tipo de escrúpulo, en dirección Villa-Esplendor, como en los viejos tiempos.

Mientras tanto, el señor Pocamonta, sigue con sus volteretas psicológicas a través de los tiempos y las ideas; disfrutando (o eso cree él) del absurdo paisaje que le rodea y malgastando (eso lo digo yo) cada una de sus conclusiones, empezando otra conclusión nueva al instante siguiente de cada conclusión.

Así cada cuál a su manera sigue con sus principios por delante, y con sus finales (ya escritos), más que sabidos y estudiados. Como dos mundos paralelos, pero sin dirección aparente, como dos personas insignificantes para todo el mundo (exceptuando, en alguna ocasión, para ellos mismos), al igual que lo absurdo para nuestro amigo Correcto y al igual que lo aparentemente lógico pero simplemente instintivo para nuestro otro amigo (pero no menos insignificante) Poca monta.


2 comentarios:

Golfoooo dijo...

Riiiscaaaaaaaaaa

Unknown dijo...

Muy bien, Pocamonta y Correcto están tan mal de la olla como tú!jej
Me ha gustado, una historia compleja pero con nombres interesantes!
Eso es!!!!