miércoles, 28 de enero de 2009

lejanía del insulto (...) cegador, humillante...

Mi alma se/me muda.


Un atisbo de locura

Ente mis dudas.


Entre mí

y mis ataduras…


Entre mis nudos nudistas por pobreza,

Y por humildad sobrante de el que deja

Cada huella secante;

En la lejanía del insulto aprovechado,

Por ceguera culminante de recuerdos,

Por recuerdos atravesados por la sensatez.


Cegador de totalidad,

Humillante de locura.


Suavizante de verdad que “muere”

(nace, se reproduce y finalmente

Se opone a todo lo que representa),

Por la escala rota del destino.


Sin prisa por perder lo no perdido.

Sin razón por no buscar lo no encontrado.

Sin estimulo por el que hallar otro camino.

Sin ningun motivo…motivante.


Todo vuelve a su lugar de origen;

Se origina lo que había en un pricipio;

Por redundante que parezca,

Por redundancia que padezca,

Cada cosa a su momento,

Y cada momento para una cosa.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bien majo! es mejor mantenerse alejado del insulto. Cuanto más lejos mejor. Cagonlaput...perdón!
Que sigue así escribiendo cosas que no entiendo del todo o que no las doy demasiado tiempo para entenderlas, pero que de todos modos me gustan!
Ala majo!

Grito_silencioso dijo...

Lucha oprimida,
para perder la partida.
Cuando sale te arrepientes,
pero no mientes,
dices lo que sientes.
Destruye lo creado,
pierdes aquello que has amado,
y por lo que has luchado,
La mente, decreciente,
no como el sol naciente
que brilla y te sorprende,
Busca la esperanza
y no lamentes
Facilitar las cosas es nuestra misión latente,
por aquello que lucha mi corazón ardiente.

Grito Silencioso.